Se trata de una consulta previa a la cirugía, en donde todos los médicos del Servicio atienden al paciente con la finalidad de ofertar la mejor calidad asistencial. Para ello:
– Se revisarán todas las pruebas preoperatorias y se comprobará que no existe ninguna contraindicación para la intervención. En el caso de que existiese alguna contraindicación, se procederá a suspender o retrasar la intervención hasta que el paciente esté en condiciones óptimas de ser intervenido.
– En ocasiones, está será una consulta en la que no será necesaria la presencia del paciente. El equipo revisará las pruebas preoperatorias y se comunicará con el paciente únicamente en caso de que sea necesario.
– En el caso de consulta presencial, se intentarán aclarar todas aquellas dudas que le surgiesen al paciente tras la primera consulta y que no fueran resultas o comprendidas en dicha consulta.
– Se consensuará entre todos los miembros del equipo que la indicación quirúrgica propuesta por el médico que atendió al paciente es la más adecuada y la mejor para el. Por lo tanto, en algunas ocasiones la indicación quirúrgica puede ser cambiada.
– Se intentará aproximar una fecha de intervención, atendiendo a la prioridad de la patología que presenta, a la fecha de inclusión en lista de espera y, en ocasiones, a las preferencias de cada paciente según circunstancias personales justificadas.
– El hecho de que el paciente sea atendido por todos los médicos del Servicio, puede suponer en algún caso una pérdida de intimidad o puede, simplemente, no ser aceptado por parte del paciente. En esas situaciones, el paciente puede solicitar ser atendido únicamente por algún miembro del Servicio.